Hacía
mucho tiempo que no pasaba por el MAS
(Micro Abierto Salamanca), puede que
hayan pasado meses desde que disfruté la ultima vez de este reducto maravilloso
de cultura espontánea. He de decir que, por suerte, yo siempre he disfrutado en
Salamanca de ambientes culturales independientes, a pesar de la tendencia
general al ocio vacuo de los estudiantes, y del desinterés de los ciudadanos
oriundos y las autoridades por la cultura local. En este momento, como siempre,
se están haciendo muchas cosas por iniciativa popular, de las que disfrutamos
un reducido número de personas; el día que se enteren no vamos a entrar en El Savor, ya que me parece un lujo
asistir a un espectáculo donde tanto personas de a pie como artistas
profesionales expresan con arte sus mundos. Yo tenía especiales ganas de ver cómo
andaban ciertos mundos y de conocer mundos nuevos. Voy a relatar esta noche esperada por mí, una
noche también marcada por el reciente cumpleaños de Andrea Mazas, a la que cada participante dedicó unas palabras
bonitas, gracias a ella se mantiene vivo el espíritu MAS.
En el
universo del primer participante del pasado lunes, Carlos Peña, hay canciones que nos encantan a algunos, Carlos siempre canta temas que me
llegan, fue un buen comienzo. La primera canción fue Santiago de Chile, de Silvio
Rodríguez. La segunda fue Quien me ha
robado el mes de Abril, de Joaquín
Sabina. Dos temazos inevitablemente coreados por el público.
La
segunda participante aprovechó su intervención para recordarnos que el día 17
fue el día de las letras gallegas. Nos leyó un poema titulado Cando ti volvas, del libro “Pranto Matricial” de Valentín Paz Andrade.
Uno de
los participantes habituales del que siempre disfruto es Richard. Para empezar nos dio una buena noticia, algo que no voy a
detallar por la confianza con la que nos lo contó, y por decoro, pero digamos
que Richard está feliz y satisfecho.
Casi nos cantó la canción Con toda
palabra de Lhasa de Sela.
Después cantó El sitio de mi recreo de
Antonio Vega, y una canción de Bunbury de la que no recuerdo el
titulo. Cuando sale Richard al
escenario, sonríe todo El Savor.
El
siguiente participante, el cantautor José
Luis, nos cantó dos canciones compuestas en la última semana. En la primera
le acompaño nuestra Virginia Montaño
al piano y voz, no por casualidad; mientras José Luis estaba componiéndola, vio que en Facebook Virginia ponía que estaba componiendo
mientras oía la lluvia, y por eso le pareció adecuado y armónico cantarla con
ella. La canción está basada en la película “Cinco
centímetros por segundo”. La segunda canción se llama Ideas muertas, y la interpretó el solo con su guitarra eléctrica.
Como
dije al principio, aficionados y profesionales del arte se dan cita los lunes
en el MAS, el siguiente
participante, Fernando Maés, es un
ejemplo de artista profesional que habitualmente nos deleita. En esta ocasión,
además de deleitaros nos recordó su participación esa semana en Jueves de autor, y también nos presentó
a su nuevo pianista, Chefo, un gran
fichaje con el que efectivamente hizo un conciertazo el jueves. Fernando y Chafo, tocaron tres canciones. La primera fue No me creas, en la que vimos por primera vez a los a los dos
marcando ese nuevo estilo. La segunda fue Maldito
12 de Mayo, canción dedicada a su admirado Antonio Vega, que nos dejo un 12 de Mayo de hace tres años. La
tercera fue Quiero irme de aquí. Me gustó
mucho el nuevo Fernando Maés. La
próxima semana podremos ver en Juevesde autor, a Manu Míguez,
al que ya conocemos por verle varias veces en el MAS.
Otra de
las actuaciones que tampoco pasa nunca indiferente, es la de Jorge Silla. En esta ocasión hizo una
extensa intervención en la que nos canto unas cuatro canciones aderezadas con
comentarios explicativos. Comenzó versionando a Raphael, la canción Migran
noche. Después cantó una canción de cosecha propia en la que se intuían
nombres de las chicas del MAS. El
espectáculo continuó con Black is Black,
y culmino con una canción de Georgie Dann. Jorge
siempre nos deja perplejos, entender su arte es algo complicado, pero una vez
que pillas el punto, es genial verle y escucharle..
A
continuación conocimos y nos conocieron unos nuevos participantes, un dúo que
hace versiones en inglés, Marta y
Leonardo. Nos cantaron cuatro canciones, con tal buen rollo, que fue
difícil que bajaran del escenario, creo que podrían haber seguido durante dos
horas.
Una de
las cosas que me gustaron de volver al MAS
después de tanto tiempo, fue ver que la mayoría de las actuaciones eran
musicales. Por eso, cuando llegó el momento de participar yo mismo, Andrés Sudón, opte por leer un largo
poema titulado Orden. Disfruté mucho
de recitar este poema que tanto me recuerda quién soy.
La
siguiente actuación fue una de las más espectaculares de la noche, Alfredon Rubbenstein vino caracterizado
de payaso de camuflaje, o de soldado con nariz de camuflaje. Hizo el primer monólogo
que interpretó la primera vez que actuó en MAS,
allá por la época del Esperpento. Se
nota la experiencia que ha adquirido en este tiempo, porque en menos tiempo de actuación
que aquella vez, fue igual o más intenso. Vi muy bien el mundo de Alfredo Rubbenstein.
Otro de
los mundo que vi en buen estado, fue el de Guillermo
Toda, guitarrista tenaz sin miedo al miedo, al que vi disfrutar de
guitarra, que lo que queremos ver el público, personas gozando de hacer algo
bello y trascendente en el escenario. Guillermo
toco dos piezasn de las que no poseo el título.
El
mundo que no deja de crecer a gran velocidad es el de Virginia Montaño, va a terminar convirtiéndose en un sol. Virginia le dedicó sus dos canciones a Andrea por su cumpleaños, 147 segundos y Sin remite o dirección, con las que mostró su destreza con el piano
y su contundente progreso con la guitarra, además de la gran belleza de sus
composiciones. Definitivamente se va a convertir en un sol, porque ya se comporta
como tal.
Y con
toda la luz que Virginia dejó en el
escenario, salió Fran con su
mandolina para tocar dos temas improvisados que sonaron muy bien. Ahora que
vamos a hacer jams al final del MAS,
espero que Fran traiga siempre su
mandolina.
Y,
hablando de soles, el sol que ilumina este universo que es el MAS, fue la siguiente participante, Andrea Mazas. Andrea nos hizo un regalo por su cumpleaños, nos recitó dos poemas
muy íntimos, el primero teñido en su lenguaje de trazos argentinos, y el
segundo una “réplica incompleta a una canción”. Andrea desplegó su potente arsenal poético, recitando desde la
verdad interior. A mí me puso la carne de gallina. Felicidades, Andrea, por tu cumpleaños y por hacer
del MAS un espacio mágico.
El
siguiente participante fue otro de los nuevos mundos que conocí el lunes, Ángel Rosado, cantautor, que comenzó
cantando una versión de Quique González,
En el disparadero. La segunda canción
que cantó es suya, se titula Una tarde
cualquiera, y la va a grabar este verano, según nos ha contado. Me pareció un
artista tranquilo que transmite alegría.
La última
actuación de la noche, ya entradas las tantas y pico, fue el poeta rapero Álvaro Gracia, que de nuevo hizo una intervención
cargada de emotividad, transmitiendo mucho gracias al ritmo que le fluye desde
el interior. Nos recitó un poema dedicado al insomnio que muchos comprendimos
muy bien. Después improvisó rapeando lo que estaba sintiendo en ese momento. A mí
me gustó mucho.
Y así
de bien la edición nº 33 de MAS, la próxima semana, es decir hoy,
tengo la suerte de volver a presentar una nueva sesión de cosas bonitas que
hacen las personas. Gracias a todos por estas experiencias inolvidables.
No hay comentarios:
Publicar un comentario