Como en
MAS (Micro Abierto Salamanca) queremos más, la edición nº 34 la hemos
hecha más ordenada, más intensa, más profesional y más espectacular. Para ello
hemos limitado el tiempo de las actuaciones, el resultado ha sido, más
participantes, más espectáculo, más unidad, porque MAS es un todo formado por partes que han de fluir. Y así fue el
pasado lunes 21 de Mayo, cada
participante respetó su tiempo entrando en cierta tensión, siempre buena para
brillar completamente en el escenario.
El
primer participante de la noche fue Cándido
Pérez, con dos canciones llenas de humor genial y de la libertad que da
saber reírse de uno mismo. Nos cantó Soy
lo peor y El quinto músico de Bremen.
La
segunda participante, Mariela, esta
vez no leyó nada revolucionario, ya que al rato se fue a formar parte de un
piquete, y con eso era suficiente por esa noche… Nos leyó un texto en su idioma
original y después traducido, titulado Isla
de Pascua.
El
siguiente artista en escena, Ángel
Rosado, cantautor, nos cantó dos nuevas canciones “tristonas y
melancólicas” tituladas Todo para
alumbrar tu cuerpo. Según nos ha
dicho, está a punto de grabar estas y otras canciones.
El
siguiente participante es un histórico del MAS
desde la época del Esperpento , Luis Somoza, que con gran destreza y
claridad no lee sus complejos y entretenidos poemas, a veces mejorados tras
revisiones, como el primero que nos leyó, La
bisagra de acero. El siguiente fue uno nuevo, y terminó leyendo
un “poema pequeño”.
A continuación
pudimos conocer a la cantautora Marta García,
que tocaba por primera vez en Salamanca, y lo hizo en el escenario de El Savor, en la edición nº 34 de MAS con
dos canciones, Bólido azul y otra cuyo título no quiso decir porque nadie
la reconoce por su nombre.
Después
subió a escena nuestra querida Luz
Mercedes Orrego, que no leyó un breve texto incluido en “Cronopios y Famas” de Julio Cortázar.
El
siguiente participante, Manu Míguez
vino al MAS (34) desde Madrid,
solamente para cantarnos y promocionar su concierto del jueves siguiente dentro
del ciclo Jueves de autor.
Como era un participante especial, le pedimos que tocara tres canciones. La
primera la hizo junto a Virginia Montaño,
con la que ha hecho grandes migas, y con la que compacta perfectamente
cantando. La segunda canción la cantó conmigo, todo un placer cantar con tal
diestro músico. La tercera canción la hizo solo, haciendo que la poesía flotara
en el aire.
Tras un
descanso de quince minutillos, salió a escena el cantautor Daniel Hare (al que yo siempre llamo Hare, en vez de Hare), también
venido desde Madrid para la ocasión. La primera canción, Llueve, la interpretó junto a Manu
Míguez con su violín. La segunda, Bronch
de Chamberí, la hizo el solo. Muy agradable la visita de este cantautor de
Algete (Madrid).
La
siguiente participante fue Andrea Mazas,
habitual maestra de ceremonias del MAS,
que esta vez acudió solamente como poeta. Tuvo la generosidad de leernos varios
textos de la carpeta “No leer” de su ordenador, entre ellos un mail no enviado,
cuyo título no puedo desvelar. Siempre es emocionante entrar en el mundo poético
de Andrea.
Este
pasado lunes, Jorge Silla se
encontraba afectado de la garganta y solamente pudo tocar una pieza al piano, Suite ibicenca, solamente a obertura.
A continuación
seguimos con más música instrumental, el guitarrista Guillermo Toda, que comenzó su actuación repitiendo la obra de la
semana anterior, pero pulida y sin pausas, mucho mejor trabajada. Sin embargo,
la segunda pieza se le resistía y la comenzó varias veces, hasta sobrepasar con
creces los diez minutos que habíamos pedido que duraran las actuaciones. Guillermo, muy amablemente, me preguntó
si podía intentarlo con otra, yo le dije que no, que se le había agotado el
tiempo, después me sonrió y la tocó igualmente, haciendo caso omiso a mi
negativa. Con esa misma confianza que te
tomaste, te dirijo yo estas palabras. Mi idea es que valoremos lo que hacemos
en escena, que aprovechemos el tiempo que tenemos en el escenario para hacer
algo bueno. Guillermo, con la
primera que tocaste habría sido suficiente, lo de después fue abusar del respetable, que por algo recibe ese
nombre. Creo que para ser un artista completo hay que tener amor y devoción por
el escenario, es nuestro lugar sagrado, ensayemos en casa, hagamos del MAS un espectáculo apolíneo.
Un buen
ejemplo de pieza apolínea es Alfredo
Rubbenstein, que sale al escenario sabiendo lo que va a hacer, eso sí, dejando
espacio a cierta locura cierta (sic), con la que puede desarrollar un pequeño
caos dentro de un orden. En esta ocasión, Rubbenstein,
introdujo su pieza hablando de la poesía del barroco, dispuesto a leernos
algunos ejemplos de destreza poética. A continuación nos leyó a poetas como Jordi Dann, David Bisbal, Alejandro Sanz…
No hizo falta cambiar ni una palabra de la canciones para que nos riéramos con
cada verso.
Me
gusta sobremanera la persona Álvaro
Gracia, así como el artista, que en su caso es lo mismo. Antes de su actuación
le vi escribiendo solo en la calle, una imagen muy interesante, con la calle vacía
y un habitante de Salamanca escribiendo algo creativo, todo un suceso. Álvaro nos recito, para empezar, lo que
acababa de acabar. Después nos deleitó con algo escrito hace tiempo que le
gusta mucho. Lo último que leyó fue un poema escrito a la puerta del Carrefour,
pues la poesía está con el poeta y va con él a todas partes. Terminó su intervención
en MAS (34) improvisando unos versos
rapeádos cuya temática era ser una vago y por qué. De nuevo, ¡muy bien!
Y un
ejemplo claro de auto superación es Virginia
Montaño, que en su afán de mejorar, repitió las canciones que tocó la
semana anterior, Sin remite o dirección
y 147 segundos. La evolución fue
palpable. Antes de cantar estas dos canciones, Virginia hozo entrega a Andrea
de un regalo preparado por ella y en la que muchos participamos, es un desplegable
con fotos de algunos participantes, en cada foto hay una frase que nos recuerda
a Andrea. Fue un momento muy
emotivo.
Después
llegó mi turno. De nuevo leí un poema, de esos que hago a veces, titulado Puto poema, un texto algo soez y
sincero.
El último
participante fue José Luis Melián, que
nos cantó dos canciones, Antes del
invierno y Verde Cristal, esta última
escrita en misa, inspirado por las cosas que se estaban allí diciendo.
Fue una
edición excelente, desde mi punto de vista, hubo gente hasta el final, hicimos
un descanso para fumar agusto y charlar, el espectáculo fue dinámico… La próxima
edición la presentará Andrea, que el
pasado lunes me mostró cómo se comienza un MAS.
Gracias a todos por hacer este sueño posible.
Andrés Sudón