domingo, 27 de mayo de 2012

Crónica MAS (34). 21/5/12


Como en MAS (Micro Abierto Salamanca) queremos más, la edición nº 34 la hemos hecha más ordenada, más intensa, más profesional y más espectacular. Para ello hemos limitado el tiempo de las actuaciones, el resultado ha sido, más participantes, más espectáculo, más unidad, porque MAS es un todo formado por partes que han de fluir. Y así fue el pasado lunes 21 de Mayo, cada participante respetó su tiempo entrando en cierta tensión, siempre buena para brillar completamente en el escenario.

El primer participante de la noche fue Cándido Pérez, con dos canciones llenas de humor genial y de la libertad que da saber reírse de uno mismo. Nos cantó Soy lo peor y El quinto músico de Bremen.

La segunda participante, Mariela, esta vez no leyó nada revolucionario, ya que al rato se fue a formar parte de un piquete, y con eso era suficiente por esa noche… Nos leyó un texto en su idioma original y después traducido, titulado Isla de Pascua.

El siguiente artista en escena, Ángel Rosado, cantautor, nos cantó dos nuevas canciones “tristonas y melancólicas” tituladas Todo para alumbrar tu cuerpo.  Según nos ha dicho, está a punto de grabar estas y otras canciones.

El siguiente participante es un histórico del MAS desde la época del Esperpento , Luis Somoza, que con gran destreza y claridad no lee sus complejos y entretenidos poemas, a veces mejorados tras revisiones, como el primero que nos leyó, La bisagra de acero.  El siguiente fue uno nuevo, y terminó leyendo un “poema pequeño”.

A continuación pudimos conocer a la cantautora Marta García, que tocaba por primera vez en Salamanca, y lo hizo en el escenario de El Savor, en la edición nº 34 de MAS con dos canciones, Bólido azul  y otra cuyo título no quiso decir porque nadie la reconoce por su nombre.

Después subió a escena nuestra querida Luz Mercedes Orrego, que no leyó un breve texto incluido en “Cronopios y Famas” de Julio Cortázar.

El siguiente participante, Manu Míguez vino al MAS (34) desde Madrid, solamente para cantarnos y promocionar su concierto del jueves siguiente dentro del ciclo Jueves de autor. Como era un participante especial, le pedimos que tocara tres canciones. La primera la hizo junto a Virginia Montaño, con la que ha hecho grandes migas, y con la que compacta perfectamente cantando. La segunda canción la cantó conmigo, todo un placer cantar con tal diestro músico. La tercera canción la hizo solo, haciendo que la poesía flotara en el aire.

Tras un descanso de quince minutillos, salió a escena el cantautor Daniel Hare (al que yo siempre llamo Hare, en vez de Hare), también venido desde Madrid para la ocasión. La primera canción, Llueve, la interpretó junto a Manu Míguez con su violín. La segunda, Bronch de Chamberí, la hizo el solo. Muy agradable la visita de este cantautor de Algete (Madrid).

La siguiente participante fue Andrea Mazas, habitual maestra de ceremonias del MAS, que esta vez acudió solamente como poeta. Tuvo la generosidad de leernos varios textos de la carpeta “No leer” de su ordenador, entre ellos un mail no enviado, cuyo título no puedo desvelar. Siempre es emocionante entrar en el mundo poético de  Andrea.

Este pasado lunes, Jorge Silla se encontraba afectado de la garganta y solamente pudo tocar una pieza al piano, Suite ibicenca, solamente a obertura.

A continuación seguimos con más música instrumental, el guitarrista Guillermo Toda, que comenzó su actuación repitiendo la obra de la semana anterior, pero pulida y sin pausas, mucho mejor trabajada. Sin embargo, la segunda pieza se le resistía y la comenzó varias veces, hasta sobrepasar con creces los diez minutos que habíamos pedido que duraran las actuaciones. Guillermo, muy amablemente, me preguntó si podía intentarlo con otra, yo le dije que no, que se le había agotado el tiempo, después me sonrió y la tocó igualmente, haciendo caso omiso a mi negativa.  Con esa misma confianza que te tomaste, te dirijo yo estas palabras. Mi idea es que valoremos lo que hacemos en escena, que aprovechemos el tiempo que tenemos en el escenario para hacer algo bueno. Guillermo, con la primera que tocaste habría sido suficiente, lo de después fue abusar del respetable, que por algo recibe ese nombre. Creo que para ser un artista completo hay que tener amor y devoción por el escenario, es nuestro lugar sagrado, ensayemos en casa, hagamos del MAS un espectáculo apolíneo.

Un buen ejemplo de pieza apolínea es Alfredo Rubbenstein, que sale al escenario sabiendo lo que va a hacer, eso sí, dejando espacio a cierta locura cierta (sic), con la que puede desarrollar un pequeño caos dentro de un orden. En esta ocasión, Rubbenstein, introdujo su pieza hablando de la poesía del barroco, dispuesto a leernos algunos ejemplos de destreza poética. A continuación nos leyó a poetas como Jordi Dann, David Bisbal, Alejandro Sanz… No hizo falta cambiar ni una palabra de la canciones para que nos riéramos con cada verso.

Me gusta sobremanera la persona Álvaro Gracia, así como el artista, que en su caso es lo mismo. Antes de su actuación le vi escribiendo solo en la calle, una imagen muy interesante, con la calle vacía y un habitante de Salamanca escribiendo algo creativo, todo un suceso. Álvaro nos recito, para empezar, lo que acababa de acabar. Después nos deleitó con algo escrito hace tiempo que le gusta mucho. Lo último que leyó fue un poema escrito a la puerta del Carrefour, pues la poesía está con el poeta y va con él a todas partes. Terminó su intervención en MAS (34) improvisando unos versos rapeádos cuya temática era ser una vago y por qué. De nuevo, ¡muy bien!

Y un ejemplo claro de auto superación es Virginia Montaño, que en su afán de mejorar, repitió las canciones que tocó la semana anterior, Sin remite o dirección y 147 segundos. La evolución fue palpable. Antes de cantar estas dos canciones, Virginia hozo entrega a Andrea de un regalo preparado por ella y en la que muchos participamos, es un desplegable con fotos de algunos participantes, en cada foto hay una frase que nos recuerda a Andrea. Fue un momento muy emotivo.

Después llegó mi turno. De nuevo leí un poema, de esos que hago a veces, titulado Puto poema, un texto algo soez y sincero.

El último participante fue José Luis Melián, que nos cantó dos canciones, Antes del invierno y Verde Cristal, esta última escrita en misa, inspirado por las cosas que se estaban allí diciendo.

Fue una edición excelente, desde mi punto de vista, hubo gente hasta el final, hicimos un descanso para fumar agusto y charlar, el espectáculo fue dinámico… La próxima edición la presentará Andrea, que el pasado lunes me mostró cómo se comienza un MAS. Gracias a todos por hacer este sueño posible.

Andrés Sudón

domingo, 20 de mayo de 2012

Crónica MAS (33). 14/5/12


Hacía mucho tiempo que no pasaba por el MAS (Micro Abierto Salamanca), puede que hayan pasado meses desde que disfruté la ultima vez de este reducto maravilloso de cultura espontánea. He de decir que, por suerte, yo siempre he disfrutado en Salamanca de ambientes culturales independientes, a pesar de la tendencia general al ocio vacuo de los estudiantes, y del desinterés de los ciudadanos oriundos y las autoridades por la cultura local. En este momento, como siempre, se están haciendo muchas cosas por iniciativa popular, de las que disfrutamos un reducido número de personas; el día que se enteren no vamos a entrar en El Savor, ya que me parece un lujo asistir a un espectáculo donde tanto personas de a pie como artistas profesionales expresan con arte sus mundos. Yo tenía especiales ganas de ver cómo andaban ciertos mundos y de conocer mundos nuevos.  Voy a relatar esta noche esperada por mí, una noche también marcada por el reciente cumpleaños de Andrea Mazas, a la que cada participante dedicó unas palabras bonitas, gracias a ella se mantiene vivo el espíritu MAS.

En el universo del primer participante del pasado lunes, Carlos Peña, hay canciones que nos encantan a algunos, Carlos siempre canta temas que me llegan, fue un buen comienzo. La primera canción fue Santiago de Chile, de Silvio Rodríguez. La segunda fue Quien me ha robado el mes de Abril, de Joaquín Sabina. Dos temazos inevitablemente coreados por el público.

La segunda participante aprovechó su intervención para recordarnos que el día 17 fue el día de las letras gallegas. Nos leyó un poema titulado Cando ti volvas, del libro “Pranto Matricial” de Valentín Paz Andrade.

Uno de los participantes habituales del que siempre disfruto es Richard. Para empezar nos dio una buena noticia, algo que no voy a detallar por la confianza con la que nos lo contó, y por decoro, pero digamos que Richard está feliz y satisfecho. Casi nos cantó la canción Con toda palabra de Lhasa de Sela. Después cantó El sitio de mi recreo de Antonio Vega, y una canción de Bunbury de la que no recuerdo el titulo. Cuando sale Richard al escenario, sonríe todo El Savor.

El siguiente participante, el cantautor José Luis, nos cantó dos canciones compuestas en la última semana. En la primera le acompaño nuestra Virginia Montaño al piano y voz, no por casualidad; mientras José Luis estaba componiéndola, vio que en Facebook Virginia ponía que estaba componiendo mientras oía la lluvia, y por eso le pareció adecuado y armónico cantarla con ella. La canción está basada en la película “Cinco centímetros por segundo”. La segunda canción se llama Ideas muertas, y la interpretó el solo con su guitarra eléctrica.

Como dije al principio, aficionados y profesionales del arte se dan cita los lunes en el MAS, el siguiente participante, Fernando Maés, es un ejemplo de artista profesional que habitualmente nos deleita. En esta ocasión, además de deleitaros nos recordó su participación esa semana en Jueves de autor, y también nos presentó a su nuevo pianista, Chefo, un gran fichaje con el que efectivamente hizo un conciertazo el jueves. Fernando y Chafo, tocaron tres canciones. La primera fue No me creas, en la que vimos por primera vez a los a los dos marcando ese nuevo estilo. La segunda fue Maldito 12 de Mayo, canción dedicada a su admirado Antonio Vega, que nos dejo un 12 de Mayo de hace tres años. La tercera fue Quiero irme de aquí. Me gustó mucho el nuevo Fernando Maés. La próxima semana podremos ver en Juevesde autor, a Manu Míguez, al que ya conocemos por verle varias veces en el MAS.

Otra de las actuaciones que tampoco pasa nunca indiferente, es la de Jorge Silla. En esta ocasión hizo una extensa intervención en la que nos canto unas cuatro canciones aderezadas con comentarios explicativos. Comenzó versionando a Raphael, la canción Migran noche. Después cantó una canción de cosecha propia en la que se intuían nombres de las chicas del MAS. El espectáculo continuó con Black is Black, y culmino con una canción de Georgie Dann. Jorge siempre nos deja perplejos, entender su arte es algo complicado, pero una vez que pillas el punto, es genial verle y escucharle..

A continuación conocimos y nos conocieron unos nuevos participantes, un dúo que hace versiones en inglés, Marta y Leonardo. Nos cantaron cuatro canciones, con tal buen rollo, que fue difícil que bajaran del escenario, creo que podrían haber seguido durante dos horas.

Una de las cosas que me gustaron de volver al MAS después de tanto tiempo, fue ver que la mayoría de las actuaciones eran musicales. Por eso, cuando llegó el momento de participar yo mismo, Andrés Sudón, opte por leer un largo poema titulado Orden. Disfruté mucho de recitar este poema que tanto me recuerda quién soy.

La siguiente actuación fue una de las más espectaculares de la noche, Alfredon Rubbenstein vino caracterizado de payaso de camuflaje, o de soldado con nariz de camuflaje. Hizo el primer monólogo que interpretó la primera vez que actuó en MAS, allá por la época del Esperpento. Se nota la experiencia que ha adquirido en este tiempo, porque en menos tiempo de actuación que aquella vez, fue igual o más intenso. Vi muy bien el mundo de Alfredo Rubbenstein.

Otro de los mundo que vi en buen estado, fue el de Guillermo Toda, guitarrista tenaz sin miedo al miedo, al que vi disfrutar de guitarra, que lo que queremos ver el público, personas gozando de hacer algo bello y trascendente en el escenario. Guillermo toco dos piezasn de las que no poseo el título.

El mundo que no deja de crecer a gran velocidad es el de Virginia Montaño, va a terminar convirtiéndose en un sol. Virginia le dedicó sus dos canciones a Andrea por su cumpleaños, 147 segundos y Sin remite o dirección, con las que mostró su destreza con el piano y su contundente progreso con la guitarra, además de la gran belleza de sus composiciones. Definitivamente se va a convertir en un sol, porque ya se comporta como tal.

Y con toda la luz que Virginia dejó en el escenario, salió Fran con su mandolina para tocar dos temas improvisados que sonaron muy bien. Ahora que vamos a hacer jams al final del MAS, espero que Fran traiga siempre su mandolina.

Y, hablando de soles, el sol que ilumina este universo que es el MAS, fue la siguiente participante, Andrea Mazas. Andrea nos hizo un regalo por su cumpleaños, nos recitó dos poemas muy íntimos, el primero teñido en su lenguaje de trazos argentinos, y el segundo una “réplica incompleta a una canción”. Andrea desplegó su potente arsenal poético, recitando desde la verdad interior. A mí me puso la carne de gallina. Felicidades, Andrea, por tu cumpleaños y por hacer del MAS un espacio mágico.

El siguiente participante fue otro de los nuevos mundos que conocí el lunes, Ángel Rosado, cantautor, que comenzó cantando una versión de Quique González, En el disparadero. La segunda canción que cantó es suya, se titula Una tarde cualquiera, y la va a grabar este verano, según nos ha contado. Me pareció un artista tranquilo que transmite alegría.

La última actuación de la noche, ya entradas las tantas y pico, fue el poeta rapero Álvaro Gracia, que de nuevo hizo una intervención cargada de emotividad, transmitiendo mucho gracias al ritmo que le fluye desde el interior. Nos recitó un poema dedicado al insomnio que muchos comprendimos muy bien. Después improvisó rapeando lo que estaba sintiendo en ese momento. A mí me gustó mucho.

Y así de bien la edición nº 33 de MAS, la próxima semana, es decir hoy, tengo la suerte de volver a presentar una nueva sesión de cosas bonitas que hacen las personas. Gracias a todos por estas experiencias inolvidables.



martes, 8 de mayo de 2012

Crónica MAS (32). 7/5/12


… una tarta hecha por mamá, globos, sugus, dedicatorias, muchos “gracias” y más cariño todavía… sí, el lunes 7 de mayo, El Savor fue algo así como una piñata humana, cuyas sorpresas fuimos desentrañando a lo largo de la edición 32 de Micro Abierto Salamanca (MAS). No nos faltan razones para convertir cada lunes en una celebración y, en esta ocasión, quisimos homenajear a alguien que ya es muy especial en esta maravillosa familia de “faranduleros” lunáticos que, a golpe de canción o poema, va creciendo semana a semana. Ese ser especial es Virginia Montaño, una cantautora de la que casi se puede decir que se descubrió a sí misma en MAS, donde reunió las fuerzas necesarias para encarar su sueño de dedicarse, por fin, a la música (su gran pasión). Nosotros nos sentimos afortunados: en cada edición somos testigos de un pasito más y nuevo que da en su andadura musical. Los habituales de MAS lo sabemos y, por eso, en su paso por el escenario en esta edición, aprovechamos para dedicar unas palabras a esta artista.

Después de cantarle el obligado “Cumpleaños feliz”, la velada no podía empezar de otro modo: emocionada y agradecida por el cariño de los asistentes, Virginia Montaño nos habló del sueño que ha cumplido recientemente: hace años se prometió que algún día cantaría en Libertad 8; promesa cumplida. La primera canción de sus veintiséis años fue “Origami”, algo que no es de extrañar, dada su curiosa afición por esta manualidad. Da título a su maqueta, pero no se encuentra en ella, así que esperemos que sí la contenga la próxima que grabe y que esto no se haga mucho de esperar. Otro tema que a buen seguro estará en ese futuro disco es “Cosas que pasan”, una de sus ultimísimas composiciones con la que a mí, personalmente, me ha vencido (en el mejor sentido de la expresión).


A la actuación de Virginia, siguió la de Óscar Rioja, quien (tras recordarnos que el día en que se publica esta crónica, 8 de mayo, él estrena la obra de teatro de la que nos viene hablando desde hace semanas, “Pronombres y determinantes”) dedicó el poema “Agonía”, de Juan Rejano, a la cumpleañera. Si alguien quiere escuchar el texto en voz de su autor, puede hacerlo en este enlace


Mariela Paz llevaba días pensando en Virginia y, de hecho, ella misma propuso que celebráramos su aniversario. Para la ocasión, escribió un texto mientras escuchaba las canciones de aquella en el que le da las gracias por ser. Después disfrutamos de su poema “Sé feliz”, inspirado en un idilio que tuvo en la Patagonia y en el que, no por esconder una historia de amor, dejaba de respirar el espíritu más guerrero de esta mujer.


Jorge Silla tenía el mismo sueño de Virginia de cantar al piano del mítico Libertad 8, sueño que cumplieron en la misma edición de MAL8. Le dedicó a su compañera y “su gran musa” (sic) la canción “She”, de Elvis Costello. Las dedicatorias no terminaron aquí, y el siguiente tema, “Standing Still” (con el que Roman Lob representará a Alemania en Eurovision 2012) fue destinado a Lydia-Marie. Finalmente, recitó su poema “Hipocresía” y le regaló a Virginia una rana de origami llamada Kakeru, que significa “volver”.


Contrarrestamos la “hipocresía” del poema de Jorge Silla con la verdad y armonía de Luz Mercedes Orrego. Además de regalarle un libro, dedicó a la cantautora uno de sus micropoemas, que demuestran que pocas palabras son necesarias para dibujar la belleza. La espiritualidad que caracteriza a esta poeta no faltó en los versos que eligió para terminar, escritos por su amiga Roxana Seixas y que retratan la compasión por el ser humano que motiva las reencarnaciones de Buda.


El siguiente participante fue Richard, el anfitrión de las “buhardillas bohemias” y de la fiesta de pintura y poesía que se celebrará este miércoles 9 de mayo en El Savor. Los lienzos de Alfonso Pina y Begoña Aranda se acompañarán de los textos de Luis Somoza y de las versiones de Richard en una velada en la que no faltará el espíritu bohemio de sus artífices. El “instigador” de esa alianza de talentos nos dejó dos versiones: de la canción que ya es más suya que de su propio autor, “La quiero a morir” (hasta ahora, de Cabrel) y “Lucía”, de Serrat.


Una amiga le había elegido el tema que tocaría en esta edición Guillermo Toda, pero, después de calentar con una improvisación, que también templó nuestro ánimo, e intentar defender la composición elegida (que sería la primera no clásica que le escucharíamos a Toda en MAS), nos ofreció una adaptación de una pieza de Vivaldi. Los violines no se resistieron a su guitarra; otra cosa eran las partes orquestadas, para las que Guillermo reconoció que su instrumento no sería capaz de dar tanta nota…


Ya en la recta final de esta edición, descubrimos una cara nueva: la del cantautor Ángel Rosado. Se presentó en nuestra casa con la canción “Entre versos”, que da título a su maqueta. En ella no está “Adiós”, pero Ángel está seguro de que sí se podrá escuchar en el siguiente disco que produzca. Para despedirse (esperemos que no por mucho tiempo), versionó “Vis a vis”, del disco Diciembre, de Leiva, tema del que confesó que le “pone bastante, en todos los sentidos”, algo que pudimos comprobar en su interpretación. En ella se dejó llevar y creó una intimidad de la que participamos como voyeurs consentidos.


Una servidora, Andrea Mazas, también quiso dedicarle unas palabras a Virginia. Con ella en el escenario, dando cuerda a una caja de música, leí “Intuición”, texto con el que, según me confesó, fue la gota que colmó el vaso de su emoción, ya contenida durante bastante rato. Emocionar a Virginia no es difícil: es muy sensible; basta con prestar un poco de atención a sus letras para darse cuenta de ello… De todos modos, para mí su lagrimita fue todo un halago. Ya sola, le dediqué también el segundo poema: “Las nubes de la infancia”.

Antes de que termináramos como habíamos empezado, Matías Astroza, capitán justiciero del único dúo de cuatro componentes de los mundos conocidos, salió al escenario, cartel en mano, para anunciarnos la cita con la cumbia que los martes se celebra en El Savor. El cartel fue el regalo que Matías quiso hacerle a Virginia y, con él, una preciosa dedicatoria en forma de canción: “Los momentos” del chileno Eduardo Gatti. Aquí os dejo el evento que organiza Matías, para quien quiera darle buen ritmo a esta noche.


El cumpleaños terminó con un “Adiós”, de Zahara, que Virginia Montaño versionó antes de partir y repartir el dulce con el que nos obsequió para que nadie se fuera a su casa con muy buen sabor de boca.


A lo largo de esta semana (en la que no faltarán más cosas que celebrar, como la presentación del nuevo disco deLuis Pastor, en El Savor o el concierto de Andrés Suárez en El Corrillo) iremos preparando la próxima cita, el lunes 14 de mayo, MAS (33).

Gracias a todos por una noche estupenda, de amistad, cariño, arte y, sobre todo, ganas de hacerlo cada vez mejor.

Andrea Mazas 

viernes, 4 de mayo de 2012

MAS (31). 30/04/12


Noche intensa en contenido y emoción (como suele ser habitual) la de la edición 31 de Micro Abierto Salamanca (MAS). Eso sí —todo hay que decirlo— que el día siguiente fuera festivo (no paramos de celebrar días internacionales de algo…) ayudó a que el ánimo en El Savor fuera, en general, especialmente lúdico, y eso sin recurrir a juegos ni sorteos especiales (que también está empezando a ser habitual en nuestra cita de los lunes…).

La poesía se puso guapa con Luz Mercedes Orrego, quien dedicó su intervención a su amigo Miguel, con el que, según nos explicó, compartes muchas charlas filosóficas. Los poemas que trajo esa noche fueron uno de su cosecha y uno más de Octavio Paz, del que rescato unos versos:

Cada gota de agua
                                   un ojo fijo
                        el peso de la enorme hermosura
          sobre cada pupila abierta
   Realidad suspendida
                                        en el tallo del tiempo
la belleza no pesa
                                 Reflejo sosegado
                       tiempo y belleza son lo mismo
                                                        luz y agua
                              Mirada que sostiene a la hermosura
                                tiempo que se embelesa en la mirada
mundo sin peso
                              si el hombre pesa
          ¿no basta la hermosura?
                                              No sé nada
Sé lo que sobra
                             no lo que basta

Virginia Montaño (a quien debemos las fotografías tomadas en esta edición y que podéis ver en nuestro grupo en Facebook) volvió a presentarnos una nueva canción (esta chica no para de crear, hay que ver…), “Estoy aquí”, que escribió mientras esperaba a alguien que, finalmente, no llegó… aunque ella no pierde la esperanza de que algún día ocurra. Hasta que esto suceda seguirá componiendo, cantándonos y compartiendo con nosotros las reflexiones que anteceden o siguen a cada una de sus canciones. Así, antes de interpretar “Cosas que pasan”, nos leyó el texto que le inspira esta pieza. A pesar de que tuvo ciertos problemas técnicos, Virginia volvió a brillar con luz propia (aunque parece que no fue nada comparado con lo que los asistentes a MAL8 pudieron ver; a quien interese, aquí tiene el enlace a la crónica de aquel micro abierto, que incluye un vídeo de su participación… pero que cuelgo aquí para que todos lo tengamos a mano).




Otra mujer fue la encargada de la tercera intervención. Hacía tiempo que Ane González no se dejaba caer por El Savor… y lo hizo para traernos dos poemas con los que demostró que sigue en las filas de la poesía buscando y dando forma a su personal estilo. Empezó con “En esta noche, en este mundo”, de Alejandra Pizarnick (leyendo los poemas Ane no resulta difícil intuir su gusto por la argentina), al que siguió uno propio, “Poema de transición”. Aquí, su blog.

Hace unos meses Fernando Maés puso a votación sus canciones para averiguar cuáles eran las favoritas de su público. Una de ellas es con la que empezó: “Cuando todos duermen”. Después, con la mejor de las intenciones, nos regaló un tema (no me quedó muy claro si el título era “Eres el mejor”…) que busca levantar el ánimo a cualquiera.

Mariela Paz aprovechó esta edición para ensayar la lectura del poema escrito para la ocasión y que el 1 de mayo (Día de los Trabajadores) leería en pública asamblea. En concreto, el texto es un homenaje a los mártires de Chicago, por los que se celebra este día. De Mariela siempre llaman la atención el frenesí con que lee, como si MAS fuera un mitin y pretendiera movilizar a las masas, y las formas que toma la palabra “compañeros” en su boca…

Óscar Rioja está dándolo todo para crear al personaje que interpreta, Marcelino Zambrana, en Pronombres y determinantes, la obra de teatro de la que ya nos habló en las dos ediciones anteriores y de la que, en sus respectivas crónicas (29 y 30), ya indiqué la información oportuna para quien esté interesado en verla. Marcelino está haciendo que Óscar se deje tanto la piel en las tablas que tendremos que esperar a las ediciones que sigan al estreno de la función, el 8 de mayo, para conocer nuevas creaciones de Rioja. Lo primero es lo primero, eso está claro.

Después de hacernos partícipes de los consejos publicitarios de “nuestros patrocinadores” con los que empezó, Alfredo Rubbenstein nos deleitó con una canción a cappella, “Yo soy un Neandertal”, con la que nos obligó a retomar el humor con ganas y todos reímos con él, que no pudo evitar sonreírse durante toda su intervención. El tema era una balada que podríamos tildar de “friki”, por lo que no me extrañaría escuchar pronto una versión intrumentalizada a cargo de Cándido Pérez. El tiempo quizá me dé la razón…

Por segunda vez volvimos a tener entre nosotros al dúo musical formado por Saskia y Delia. La peculiar voz de Saskia se entiende bien con la guitarra de Delia, y esto pudimos comprobarlo con la versión que hicieron de “Down on my Knees”, de Ayo. El “otra, otra, otra” del público no fue suficiente para convencerlas de que alargaran su paso por el escenario, así que nos quedaremos con la esperanza de que vuelvan con nuevas versiones otros lunes.

Como ya estaba bien avanzada la edición 31 de MAS, había pasado el tiempo suficiente para que Álvaro Gracia pudiera congregar a sus musas y reunir el material mental que necesita para sus improvisaciones. Su intervención empezó con un microrrelato. Tanto gustó, que se animó a rapear los versos que le inspiró la actuación de Fernando Maés…. y tanto volvió a gustar que no pudo evitar leer el texto que escribió “un día de bajón”, aunque el tono del mismo riñera con el ánimo general de la noche y con el suyo propio.

La siguiente intervención fue una colaboración. (No es común en MAS que sus participantes habituales sumen sus talentos y habilidades para una actuación, y tan buenos suelen ser los resultados que aprovecho la ocasión para animaros a colaborar más a menudo: creo que esto puede darle a la noche de los lunes una dosis adicional de magia y sorpresa.) Luis Somoza se valió de la guitarra de Carlos Peña para que la intensidad que siempre tienen sus textos se multiplicase. No hubo títulos, pero rescaté tres versos (de los que espero no equivocarme en su transcripción; si no lo consigo, cuento con que el propio Luis me corrija): “El sexo es un dios al que hay que rezar todos los días”, “Yo sólo quiero gente que quiera joder la hiperrealidad”, “Te has dormido solo en el centro del poema”.

Richard eligió dos temas para esta edición. Tras una larga intro (la esencia de Richard la muestra en sus discursos más que en los temas que versiona; sus actuaciones empiezan desde el momento en que pone el primer pie en el escenario, mientras va colocando atril y demás), cantó “Dance me to the end of love”, del que nos confesó lo siguiente: “Se lo escribí a Leonard Cohen; él dice que es suyo, pero que diga lo que quiera”. Lo cierto es que en esta ocasión nos costó identificar su característico Richard’s style y, desde mi punto de vista, fue de sus mejores interpretaciones en MAS. A esta versión, siguió la de “El hombre del piano”: aquí sí que no faltó su “rollo acampada total” y, como tal, todos lo acompañamos.

A la noche le faltaban todavía dos actuaciones imprescindibles, con las que terminamos: la primera de ellas, la de Cándido Pérez, que volvió a cantarnos “Necesito una chica épica” y nos presentó un nuevo tema “My lady Scorpion”. El artista friki de MAS se va haciendo edición a edición con un público que cada vez siente más empatía con sus originales letras.

Le hice esperar mucho para actuar… tanto que fue el último. Alberto Mendoza subió al escenario con el ánimo de todas las personas que se reunieron en El Savor para disfrutar de su intervención. Subió solo, pero tardó poco tiempo en llamar a Virginia Montaño para que lo acompañara en la versión que hicieron de “Tal vez te acuerdes de mí”, de Andrés Suárez, cantautor al que ambos admiran. Como una muestra más de tal admiración, Alberto finalizó la edición cantando una de esas canciones que según él no debería haber escrito (al igual que Andrés Suárez ha preparado un repertorio de 10 temas que tienen en común esta característica). La canción en concreto de Alberto es “Bailarina” y, aunque dijo que cantándola en MAS la daba por desterrada de su repertorio, espero que cambie de opinión, porque suena muy bien: si la chica no se quedó contigo, al menos quédate tú con la canción.

Con la música de Alberto finalizamos una edición largamente disfrutada, a la que siguió la celebración de que al día siguiente no había que madrugar.

Gracias a todos una vez más por hacer que MAS siga creciendo de lunes a lunes. Os esperamos en MAS (32), el lunes 7 de mayo Ojalá que no falten sorpresas…

Andrea Mazas